miércoles, 1 de junio de 2016

CONSELL VALENCIÀ DE CULTURA, más premios literarios

Ayer fueron premiados tres alumnos de nuestro colegio  por el CONSELL VALENCIÀ DE CULTURA en su IX edición del CONCURSO LITERARIO dedicado este año al tema de "Los movimientos migratorios y la crisis de los refugiados"

Marta, Alfran y Sandra
Primer premio de Bachiller: Marta Arteaga
Accésit de Bachiller: Alfran García
Accésit de ESO: Sandra Ponz

El profesor Santiago Grisolía, presidente del Consell Valencià de Cultura, presidió el acto y en sus palabras de bienvenida a los escolares premiados, profesores y padres asistentes, el científico subrayó que la crisis migratoria no admite soluciones fáciles y que está seguro de que los trabajos premiados eran "gritos" a la reflexión sobre un asunto preocupante y de máxima actualidad. 

A continuación de las imágenes publicamos sus textos para que podáis leerlos. 






Nuestra Realidad – Marta Arteaga - Bachiller

Me llamo Sirhan y nací hace 9 años y 364 días en Marruecos. Me muero de ganas de que mañana salga el sol, porque estoy segurísimo de que mi padre vendrá para felicitarme. Se marchó hace tres años en una barca con otros hombres, y aunque mi hermana pequeña y mi madre hace tiempo que dejaron de esperarle yo estoy seguro de que volverá. Él me lo prometió. Me dijo que volvería pronto, que solo quería conseguir un poco de dinero para que pudiéramos tener una vida mejor y sobrevivir de la guerra en la que vivimos. Pero sobre todo me hizo prometerle que cuidaría de ellas.
Al día siguiente salió el sol más reluciente que nunca. Apareció Enam (mi mejor amigo desde que tengo recuerdo) por la puerta de mi casa con una pelota de fútbol, era mi regalo de cumpleaños, pero antes de salir de casa para estrenarla, no pude zafarme de los achuchones y besos de felicitaciones que mi madre y mi hermana me dieron, acompañados de esas galletas con virutas de chocolate que les encanta hacer juntas.
Nos reunimos con todos nuestros compañeros de clase, y jugamos un partido de fútbol alucinante, sobre todo porque yo marqué tres goles.
A la tarde Enam y yo fuimos a la playa con mi única esperanza de volver a ver aparecer la barca con mi padre. El de Enam también se marchó hace muchos años, casi no sé conocieron, pero le llegó la noticia de que no le volvería a ver nunca más. A veces le envidio, porque él por lo menos sabe que su padre está en un lugar mejor y que siempre le estará esperando, en cambio yo acudo todas las noches al faro con la esperanza de que mi padre vuelva.
Quizá mi madre tenga razón y tenga que dejar de esperarle
Antes de que el sol se escondiera fui a visitar a mis abuelos, que intentaron convencerme de que había crecido medio palmo desde el día anterior.  Me contaron historias divertidísimas de cuando eran jóvenes, casi me caí al suelo de la risa.
Justo antes de marcharme hacía mi casa, mi abuela me dio una carta. Era de mi padre.
‘’Mi querido Sirhan,

Espero que hayas tenido un gran día de cumpleaños, como ya sabes nunca me olvidaría de este día tan especial. Ya sé que te prometí que volvería pronto, pero las cosas no son tan fáciles como pensaba. Trabajo muy duro con la única esperanza de volver a estar junto a vosotros y con el anhelo de escuchar vuestras voces.
Estoy seguro de que estás cuidando muy bien de mamá y de tu hermana, y de que hoy te has convertido en todo un hombre. No sabes lo orgulloso que estoy de ti. Volveré a por vosotros para que podamos vivir en paz y lejos de la guerra.
No olvides que os quiero más que a nada.

Con todo mi cariño, Papá.’’


SANDRA PONZ – 4º ESO

Tú, que sólo te fijas en la apariencia,
un aplauso,
ellos ya ni notarán tu ausencia.
Otro aplauso, por todo tu abuso
que contrapuso los derechos
de todas esas personas tan humanas
como tú eres
sean sur americanas, indias o africanas.
¿Para qué hablar escoria?
¡Ni tan siquiera conoces su historia!
¿Para qué buscar una simple razón,
para hacernos cambiar de opinión?
¿Acaso no todos tenemos corazón?
¡No a la discriminación!
Por qué insultar a una persona diferente a ti,
puede que me haya ayudado a mí.
Y te arrepentirás
porque todas estas cosas,
que nos diferencian
son las primeras en hacernos humanos.
¿Qué más da amarillo, negro, que blanco?
A ti no te gustaría que te discriminaran
¿Verdad que sería un chasco?
¿Acaso nunca has escuchado vive y deja vivir?
Pues sigue la frase,
y deja de destruir.
Y no es por ser pesada,
ni me quiero repetir,
pero lo mínimo que merece alguien es respeto,
así que estate atento
que te voy a contar un cuento:
En un mundo donde la intolerancia predomina
y la envidia es el día a día,
aquel hombre blanco en corbata era el mejor,
y el negro del barrio era el peor.
Pero...
¿Y qué pasa si el blanco
es el delincuente,
y el negro
un simple ciudadano 
que ayuda al prójimo admirablemente?
Una señora le grita e insulta,
puede que hasta pegarle intente,
pero qué más da lo que él haga
“es negro”, vaya inculta.
Un aplauso por el blanco
que ve un sobre lleno
y lo coge sin pensárselo dos veces.
No nos importa si el negro ha tenido
que cruzar todo un mar
para poder dormir bien al fin.
Y aquí se halla el fin de este cuento,
¿estás contento?
Espero que no.
Es la cruda realidad,
y esto es un simple intento
de tratar de cambiarla
y de concienciar de que vida,
no es vida,
sin tolerancia ni respeto,
no importa ni color ni raza.
Siendo todos iguales,
¿no nos sentiríamos incompletos?
Aquí me despido, disfruta de la estancia
en un mundo de arrogancia.
Y por cortesía,
con suerte,
en un mundo perfecto,
no existiría,
esta poesía.

Como la vida misma - ALFRAN GARCÍA - Bachiller 







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