POESÍA ERES TÚ... 3º ESO

Aunque Alejandro Sanz le dijera a Shakira aquello de “ay payita mía, guárdate la poesía, guárdate la alegría pa ti”, creo que muy pocos le han hecho caso. Y es que me ha pasado algo muy especial relacionado con la poesía, y no porque me haya enamorado, sino por la lección de amplitud de miras que me han dado los alumnos de 3º de la ESO.

Si estamos acostumbrados a decir y a escuchar que esta juventud no vale para nada, que son demasiado cómodos y que no se esfuerzan, yo, desde aquí, quiero romper una lanza a su favor. Me hubiera gustado compartir con más gente las últimas clases de valenciano. En lugar de guardarse la poesía, la han buscado hasta los confines de google (y de sus familias), y han hecho un buen trabajo.

Podía parecer difícil relacionar el amor cortés (aquello que se estilaba allá por el S.XII y XIII) con el amor actual, pero ellos, casi por arte de magia, lo han conseguido. Supongo que la música, como el amor, es lo que tiene, que engancha. Han buscado y han encontrado esas conexiones. Así, ya podemos imaginarnos a los hermanos Cano como expertos trovadores cantándole aquel Cruz de Navajas a una Ana Torroja convertida en dama de la corte, avisándole de los riesgos de una relación a tres bandas; o a Adele transformada en una maravillosa poetisa o trobairitz (como han aprendido ellos) prendiéndole fuego a la lluvia (Set fire to the rain) ante el desamor, demostrando que sólo en aquel código literario podía, como mujer, manifestar sus sentimientos.

¿Os imagináis a aquella gente tan fina bailando al ritmo de reguetón? Pues estos chicos lo han hecho, y no era ninguna locura pensar en un atribulado Ausiàs March reprochándole a su amada la duda o el posible rechazo. ¿Cómo le sentaría a nuestro afamado autor esas gafas de sol negras, esas camisetas anchas y esas zapatillas de una talla más? No me lo imagino, no. ¿”Perrearía” con las estiradas damas de la corte? No me lo imagino, no.  ¿Y Pablo Milanés? ¿Se habrá planteado alguna vez cambiar su guitarra por un rabel, cantando “Yolanda” a los pies de una torre, cruzando los dedos para que el marido de la amada no los sorprendiera?

Desde Francis Crabel con aquel “La quiero a morir”  a grupos o cantantes más actuales como Fito, Nach o Maroon five. Cuando quieren, piensan y aprenden.

Queda mucho en el tintero. Saco de él unos versos de El último de la fila, no como ejemplo de amor cortés, sino como lema en la vida:

Si les miente la vida

se hacen parapetos con poemas.

Un día color de melocotón,

cuando todos seamos libres,

cuando las piedras se puedan comer

y ya nadie sea más que nadie,

canta por mí

si no estoy yo aquí.

Viene el día en que seremos puros

como un cielo de verano sobre el mar.

Cantaré por ti

si no estás tú aquí.

LOLA MORENO