Carles Cano Peiro (Valencia, 1957) es licenciado en
Filología Catalana y ha ejercido la docencia en institutos durante más de
veinte años.
Además ha trabajado de ebanista, de tallista en madera, de
camarero, de maestro de baile, de guionista y locutor de radio y televisión.
Su trayectoria como escritor de obras destinadas a niños y
jóvenes comienza a principios de los años 80 con sus primeras obras en
valenciano y castellano.
Con Aventures de
Potaconill, quedó finalista del premio Enric Valor en 1981. Desde entonces,
el autor ya no ha cesado en su trabajo de creación literaria. Paralelamente, su
dedicación a la narración oral fue en aumento, además de las intervenciones en
mesas redondas, jornadas, cursos y conferencias.
A lo largo de su trayectoria, Carles Cano ha sido galardonado en varias ocasiones como el premio Enric Valor en 1981, el premio Lazarillo en 1994 y 2016 o premio Samaruc en 1995 y 2013, o el Vicent Silvestre en 2016.
Hola Carles,
bienvenido a nuestro blog de literatura Leer+Escribir.
Vemos en tu biografía
que tienes ¡un currículum de lo más variado y curioso! ¿Te dejas algo en el
tintero? ¿Algo que te gustaría hacer?
Hay muchas otras cosas que me encantaría hacer: tocar algún
instrumento, dibujar, hacer cine, teatro, cantar…
¿Cuándo descubriste
que escribir era tan importante en tu vida? ¿Cuándo empezaste a hacerlo?
Lo descubrí por casualidad, como pasan las cosas más
importantes de la vida a veces: un día en casa de un amigo me contó que había
un concurso de cuentos por el que por 10 páginas mínimo, daban un premio de
100.000 pesetas. Una barbaridad de dinero para el año 1980, y apostamos a ver
cual de los dos era capaz de escribir esas diez páginas. Yo gané la apuesta, el
concurso por supuesto que no, era lo primero que escribía y, además, se presentaron
más de 300 originales al concurso, pero se lo enseñé a mis amigos a quienes les
gustó y me animaron a seguir, y aquí sigo, apostando contra mi mismo. Como he
dicho, corría al año 1980.
¿Por qué te decidiste
a cambiar las conferencias y charlas por las narraciones orales?
No, no las he cambiado, lo que hago es combinarlas, en mis
charlas que muchas veces tratan sobre la importancia de la literatura oral, lo
que hago es contar y explicar cuáles son las cualidades, trucos y
características que ha de tener un buen narrador y por qué es tan importante que
los maestros y maestras cuenten en la escuela.
¿Recuerdas algún
libro en concreto que te marcara en la infancia?
Los de Julio Verne: 20.000 leguas de viaje submarino, La
Isla Misteriosa, Viaje al centro de la tierra, Un capitán de 15 años…
De todas tus obras,
¿cuál es aquella por la que sientes más cariño o aprecio? ¿Por qué?
Por EL NIÑO QUE APAGÓ LA LUNA, un cuento que está dentro
de CUENTOS PARA TODO EL AÑO. La idea me la dio mi hijo mayor cuando tenía un
año y medio: hubo un eclipse total de luna, subimos a verlo a la terraza, yo no
sé que le conté de la luna, pero cuando le señalé la luna y le dije:
–Mira, Carles, la Luna…
Mi hijo, sopló, como si fuera una vela la Luna. Me quedé tan
maravillado que escribí esa historia en la que un niño sopla, se apaga la luna
y se monta una buena.
¿Qué les dirías a
nuestros alumnos sobre la importancia de leer y escribir?
Que, sobre todo, disfruten leyendo, que eso les va a hacer
más felices, más libres y más sabios.
En Leer+Escribir
recomendamos tres libros cada mes a los alumnos de infantil y primaria en
nuestra sección THREE SWEETS. ¿Cuáles son tus tres recomendaciones para el
próximo mes?
ASÍ ES LA VIDA de Ana Luisa Ramírez editorial Diálogo.
EL CAMINO QUE NO IBA A NINGUNA PARTE de Gianni Rodari. Ed.
S.M.
CUENTOS EN VERSO PARA NIÑOS PERVERSOS Roald Dhal Ed.
Juventud.
Muchísimas gracias
Carles por tiempo y dedicación.