Antes
de decir si el ser humano es bueno o malo en esencia, me gustaría desarrollar
una serie de aclaraciones pertenecientes a mi opinión que me ayudarán a dar
soporte a mi decisión final.
Opino
que el ser humano nace siendo egoísta, mira por su propio beneficio y piensa
únicamente en su bienestar. No obstante, no es esto óbice para que no haga
actos en beneficio de los demás. ¿Por qué pienso esto? Maticemos. En este
“egoísmo” entra en juego la doble naturaleza del ser humano, el querer y el
poder. Cuando el ser humano nace, sólo tiene desarrollada su parte irracional,
no piensa en las consecuencias de sus actos. Así pues, se centra en actuar a
favor de su bienestar y de su supervivencia o a favor de las personas que
aprecia de manera inconsciente.
Considero
fantástica esta capacidad, pues nos muestra la verdadera naturaleza del ser
humano. ¿No hemos visto alguna vez a una madre llorar y a su hijo, imitarla al
verla? Esto, según mi opinión se produce porque el niño empatiza con su madre y
se siente triste al verla triste a ella.
Cuando
el ser humano empieza a desarrollar el pensamiento, sus actos (la mayoría) se
producen de forma premeditada, pensando en las consecuencias. Pero, ¿por qué
tenemos tan claro qué está bien y qué está mal?
Sin
duda aluna, porque, cuando pensamos en las consecuencias de nuestros actos,
estamos pensando en los demás. Esto, a mi parecer viene estrechamente ligado a
nuestros recuerdos inconscientes de la niñez en los que buscábamos satisfacer a
nuestros seres queridos de forma incondicional. Si todos los seres humanos
tenemos, como he dicho antes, tan claro lo que está bien y lo que está mal,
significa que todos pensamos de forma parecida.
Con
todo lo argumentado antes, concluyo diciendo que el ser humano es bueno en
esencia, pues este “egoismo” que antes he tratado de describir, contrarresta
con la tendencia de éste de satisfacer a sus congéneres de manera inconsciente
y forma parte, sin duda, de un importantísimo paso en el desarrollo del individuo.
Carlos Pastor Marcos - 4º A
EMPATÍA, tú lo has dicho Carlos. Después viene la COMPASIÓN. Enhorabuena por tu trabajo.
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